
Cuando decidí iniciar con este proyecto de compartir todas mis experiencias y recomendaciones para poder gestionar de mejor manera al capital humano de las empresas no imaginé que más que enfocarlo a algo técnico había una necesidad en dar sostén y palabras de aliento a todas aquellas personas virtuosas que llegan a atravesar momentos complicados de diferentes índoles. Es por esto que buscando aportar no sólo con mi conocimiento en el área de Recursos Humanos quiero compartirte hoy una situación personal que seguro podrás aplicar también a cuestiones laborales.
En los trabajos en alturas existe una cuerda muy importante llamada línea de vida que se encarga de prevenir caídas al momento de estar trabajando. Sin embargo creo que este concepto aunque raramente aplicado para otras cosas es una manera extraordinaria para representar algunos cambios abruptos que llegan a suceder en nuestra vida.
Pensémoslo de la siguiente manera, si nos quedamos siempre con lo mismo será casi imposible continuar creciendo y esto es sencillo. Para escalar una montaña debes ir dejando libre una mano y un pie a la vez para así tomar más y más altura y así sucede en todos los aspectos de la vida.
Ahora bien, será imposible crecer cuando nosotros tengamos todas las situaciones controladas a nuestro favor y es aquí donde retomo el concepto de línea de vida puesto que en algún momento debemos arriesgarnos a cortar o soltar esa línea de vida para llegar a lugares donde el único acceso se paga con el precio de atrevernos a no depender de nada más que de nosotros mismos.
Hasta este punto, consciente o inconscientemente sabemos que podemos asumir riesgos puesto que tenemos algo que nos cuida y que nos previene caídas pero al momento de soltarnos y depender de nosotros la probabilidad de caer es mucho más grande y muchas veces cuando más creemos que tenemos dominado el escenario es cuando más fuerte sucede el descenso.
Talento que estás leyendo esto, déjame decirte que no eres el único que tiene problemas o situaciones complicadas en este momento y quizá más de una persona atraviese por circunstancias similares y lo único que quiero dejarte el día de hoy es que trates de aprender de las causas que te llevaron a resbalar en tu ascenso pero sobre todo que estés consciente que de cada error, cada tristeza, cada decepción o incluso desilusión más que perder estás ganando experiencia, horas de vuelo y estás descubriendo una nueva manera o camino que no está hecho para tu asenso.
Lo que te hará diferente a ti no son los conocimientos que tienes en tu área laboral o, en el caso de que trabajes en algo diferente a lo que estudiaste, en tu área de estudio. Lo que verdaderamente te va a diferenciar como persona es la manera en cómo asumes las situaciones de presión o concretamente los fracasos y qué haces a partir de ese momento.
Un muy buen amigo mío suele decir “No es lo que le sucede al hombre, sino lo que el hombre hace con lo que sucede”.